Cinco consejos para ahorrar en la vuelta al cole

Cinco consejos para ahorrar en la vuelta al cole

Para los niños, las vacaciones de verano parecen interminables: casi tres meses para disfrutar de la playa, la piscina y los amigos, sin horarios ni obligaciones.

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Los padres, sin embargo, antes de que llegue septiembre comienzan a pensar en la vuelta al colegio y en el desembolso económico que supone comprar libros, cuadernos, mochilas y ropa de invierno.

También hacen cuentas para pagar el comedor escolar o el transporte que llevará a los menores a su centro de estudios. Las actividades extra escolares a las que se apuntan los pequeños suponen otro quebradero de cabeza para los mayores que, cuando termina agosto, afrontan el regreso de las vacaciones con la cartera llena de preocupaciones. No obstante, una serie de pautas hacen posible que estos gastos no sean tan elevados.

CONSEJOS

1. Libros de texto

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Comparar precios

Una de las formas de ahorrar en la vuelta al cole es que los niños puedan contar con los libros de texto de sus hermanos mayores. Para ello, es necesario que el material didáctico utilizado no cambie año tras año, pero no menos importante es enseñar a los niños a cuidarlo.  Si se les enseña a preservar el material, a hacer los destacados o los comentarios a lápiz para que después se puedan borrar, podrán heredarlos los más pequeños.

Esto no solo ocurre en el núcleo familiar, también es frecuente contar con los libros de los amigos, e incluso, crear con ellos una pequeña red de intercambio, de forma que el material que aún se pueda utilizar pase de unos niños a otros.

Algunos colegios tienen depósitos de manuales usados que pueden pedirse prestados para el presente curso académico. Por eso, antes de adquirirlos, hay que acudir al centro escolar e informarse sobre iniciativas de este tipo.

A través de ciertas páginas web es posible alquilar libros para el curso académico

Si la familia logra hacerse con todos los libros que necesita de manera gratuita, habrá ahorrado una importantísima cantidad de dinero.

Si no queda más remedio que comprar los libros, conviene comparar precios en varias librerías

Las comunidades autónomas cuentan con ayudas para la adquisición de este tipo de material escolar. Algunas dan los libros de manera gratuita en función de la renta de la unidad familiar y otras otorgan subvenciones hasta una cuantía determinada o permiten desgravar un porcentaje de lo gastado en la Declaración del IRPF. Es importante informarse sobre estas ayudas públicas porque con ellas se puede reducir el gasto de manera considerable.

Si no hay más remedio que comprar el libro, es aconsejable acudir a varias tiendas o centros comerciales para comparar los precios porque la diferencia puede llegar a ser bastante elevada. También conviene valorar los descuentos en otros productos que prometen algunas grandes superficies al comprar el libro. En determinados comercios, se acumulan puntos o se hacen vales descuento para comprar la ropa o los útiles del colegio.

2. Material escolar

Material escolar

Revisar el material escolar de años anteriores

Antes de comprar cuadernos, mochilas, carpetas o estuches, hay que revisar el material escolar de cursos pasados. Es probable que aún se puedan utilizar algunos artículos y no sea imprescindible adquirirlos. Después, se puede hacer una lista detallada con lo que se necesita para evitar comprar de más. El ahorro, a menudo, está en pequeños detalles.

Las marcas blancas ayudan a gastar menos y tienen una calidad similar a la de productos mucho más caros. Comprar calidad a bajo precio es posible. Pero para lograrlo hay que educar a los niños en el consumo responsable. Es normal que quieran tener mochilas con personajes de dibujos animados o estuches de última moda, pero estos artículos son mucho más caros. Si comprenden desde pequeños que pueden tener estos caprichos, pero de forma muy limitada, supondrá un ahorro ahora y en el futuro.

También es relevante que los padres den a los estudiantes pautas para que utilicen el material educativo de forma correcta, que lo cuiden y no lo rompan. Periódicamente, pueden revisar los libros, los cuadernos y otros útiles para comprobar que sus hijos cumplen con lo que les han enseñado.

3. Ropa y calzado

En septiembre, uno de los grandes quebraderos de cabeza lo causa la adquisición de la ropa y el calzado para el curso académico. Los niños crecen rápido y, al volver de las vacaciones de verano, muchas prendas se les han quedado pequeñas.

Cuando hay varios hermanos, si la ropa -ya sea de calle o de uniforme- no está en malas condiciones, puede pasar de los mayores a los pequeños, como se ha hecho siempre, lo cual alivia el presupuesto familiar. A menudo, cuando los niños dan un estirón dejan la ropa nueva y, si no hay hermanos menores, los padres se la ofrecen a los hijos de sus amigos, algo que los receptores pueden aprovechar para ahorrar en la vestimenta de invierno.

Cuando se vaya a comprar, si hay dudas entre dos tallas, se debe optar por la más grande porque enseguida les quedará bien. Si se elige la pequeña, hay mayor riesgo de que la vestimenta se quede casi sin utilizar. Si compensa, en productos como ropa interior, calcetines o camisas, conviene apostar por los descuentos, los 2×1 o la adquisición de packs con varios artículos a precio más reducido.

4. Transporte escolar

En función de la distancia a la que se ubique el colegio, los niños podrán acudir al centro a pie o se verán obligados a trasladarse en otros medios, como el autobús municipal o el interurbano, el automóvil de sus padres o la ruta escolar.

Siempre que sea posible, es preferible que los niños vayan a pie, bien solos o acompañados por sus padres o cuidadores. Además de hacer ejercicio, supone un ahorro, ya que no es necesario gastar dinero en ningún medio de transporte.

Si las distancias son cortas, los niños pueden ir al colegio a pie

Se puede recurrir al coche particular, aunque es la opción más cara. Para paliar el gasto en combustible -que a lo largo del año es elevado-, se pueden hacer turnos con otros padres del vecindario para llevar a los pequeños o compartir el vehículo y los gastos que supone usarlo.

5. Comedor

Ya sea por los horarios laborales de los padres o por simple comodidad, muchos niños se quedan en el comedor escolar. Hay que sopesar si es más barato que los pequeños se alimenten en casa o que lo hagan en la escuela. Si hay varios menores en la familia, quizá sea mejor que acudan a su domicilio, aunque esto no siempre es posible. Si esta opción compensa y los padres no tienen la posibilidad de darles de comer en la vivienda, se puede pedir ayuda a otras personas, como los tíos o los abuelos, algo que reducirá bastante la factura.

En cuanto al almuerzo para el recreo, siempre es recomendable que lo lleven preparado de casa y que no sea bollería industrial, sino fruta o bocadillos. El ahorro en este caso también es saludable.

Actividades extraescolares

Una de las decisiones que se toman a principio de curso es a qué actividades extraescolares se apuntará a los pequeños. La oferta es muy variada y también sus precios. Está bien dejar a los niños que elijan los cursos a los que quieren asistir, pero también han de tener claro que no van a dejarlo tras el primer mes.

No se debe ceder a caprichos de precio muy elevado porque, además del desembolso que suponen, se les transmite la idea de que en el futuro pueden conseguirlo todo. Hay que tener en cuenta el coste de las actividades y, en la medida de lo posible, evitar las más caras. Muchos colegios organizan cursos después del horario escolar a un precio asequible.

Pero los niños también deben jugar a su aire y tener tiempo para el ocio porque, en ocasiones, tienen unos horarios estresantes de clases, que no siempre les benefician.